sábado, 2 de octubre de 2010

Soy una pesada

Pues nada, que después de haberme hecho sentir que me amaba, que las cosas entre ambas estaban cambiando, me vuelvo a dar de bruces con su frase favorita: "no te quiero lo suficiente, sólo somos amigas". Pues nada, que si sólo me quiere para cuando se siente solita, para cuando está de buenas con el mundo, lo único que puedo hacer es volverme orgullosa de una puñetera vez. No soy el entretenimiento de nadie, yo me tomo las cosas muy en serio. Y, después de decirme eso, se pone de malas y dice que la pongo nerviosa SIEMPRE. Pues mira, yo sé cómo no voy a ponerte más nerviosa: no llamándote, no quedando contigo, no contestándote a los mensajes que me envías cuando estás de buenas. Porque yo jamás te pongo una mala cara, jamás te he dicho nada para hacerte daño adrede, jamás. Porque para mí siempre has sido lo primero, por encima de todo el mundo. Pero ya no más, estoy harta de sufrir, de llorar, de sentir angustia y ansiedad ante la incertidumbre de cuál será tu reacción ante mí. Porque contigo es imposible vivir sin miedo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Siento miedo una vez más

Todo es una mierda, en especial esto del amor. Llevo mucho tiempo "enamorada" de una persona que me ha rechazado una y mil veces, no porque no me quiera, sino porque dice que la agobio. Hace más de dos semanas, tras nuestra última discusión en la que acordamos no vernos más, volvimos a vernos y desde entonces todo ha mejorado mucho. Nuestra relación se ha vuelto más íntima, cercana, cariñosa... me encanta. Bueno, me encanta pero, a la vez, me da pánico y la razón no es otra que no sé qué somos y mucho me temo que para ella no sea más que otro acercamiento/rollito, mientras que yo pienso que lo nuestro se parece mucho a una pareja. Lo malo es que no puedo preguntar, ni hablar sobre el tema porque me arriesgo a un nuevo enfado y alejamiento. Sé que las cosas no deberían ser así, pero lo son. Hoy, por ejemplo, he hablado con ella y he notado sólo frialdad. Es cierto que no se encontraba muy bien, pero incluso en esas ocasiones deberíamos tratar de ser amables con las personas amadas. Bueno, eso suponiendo que me quiera de verdad. Yo qué sé. Hay días en que mandaría todo a la mierda porque me produce más dolor que bienestar. Pero soy incapaz, no sé qué hacer y he pensado largarme muy lejos para dejar que esto se enfríe. La vida es una solemne porquería.