miércoles, 29 de octubre de 2008

Vuelve el otoño

De nuevo los árboles se visten de miles de colores. A veces la naturaleza nos muestra una paleta de tonalidades absolutamente asombrosas y que nos invitan a recrearnos en la belleza de un paisaje otoñal. Los días comienzan a amanecer fríos, las nieblas empañan los itinerarios y ciegan nuestro camino al trabajo. Las noches son mucho más frías si no hay nadie a nuestro lado. Pronto los árboles se desnudarán, sin pudor, sin tapujos, mostrando al mundo que no tienen nada que ocultar. Son víctimas de las estaciones, del paso del tiempo. El ser humano no es más que un mero espectador que, casi nunca, sabe valorar el encanto de tal milagro. Muchas veces no vemos más allá de la tristeza que hemos adoptado como compañera permanente. Es una pena no poder disfrutar de la vida en su esplendor.