viernes, 5 de septiembre de 2008

MIS PENSAMIENTOS

Es ahora, en la oscuridad de la noche, con el ruido de los gritos de fondo y la soledad por compañía, cuando más se abre la herida de mi alma. Estoy observando la estrella que quise haberte regalado cuando pude, cuando aún existía en mí la esperanza. Esa estrella que se apaga al ver que nada fue como debió. El cielo la cobija para que no se sienta triste, para que no sienta en su corazón ni un ápice de temor. Qué bello fue lo que no llegó a ser. Para qué quiero mis labios, si sé que nunca más te besarán. Qué horrible el olvido, que habrá acampado en tu mente, levantando una gran fortaleza que impedirá que vuelvas a pensarme. Qué fríos tus brazos, que nunca más anhelarán estrecharme entre ellos. Si la vida fuese justa, si los sentimientos tuviesen sus frutos, no estarías tan lejos de mí.