Para ya

Siento que no puedo más, muero mientras me alejo de tu imagen, de tus desprecios... Lloro ahora las lágrimas más secas y ahogadas que nunca lloré, pues van por dentro, me queman las entrañas. Mi corazón, iluso él, sigue latiendo y yo le pregunto ¿para qué? Tonto, estúpido, párate ya, que no quiero seguir así. Duele mucho sentir este gran vacío después de haber creído tocar el cielo un segundo. Necesito reconciliarme conmigo misma o morir de una vez. Estoy agotada de dar amor a quien no lo merece. Para ya, mente pusilánime. ¿Acaso no has tenido ya bastante? Piensa en ti, sólo en ti y sigue adelante. La vida estará ahí aún a tu pesar.

Creo que mi vida está en Standby, todo en ella es incertidumbre. A veces siento que no existo ya que me siento invisible ante el resto del mundo. Quiero dejar de ser pequeñita y tener miedo por todo. Quiero conocer una vida diferente a la que llevo y no sé qué debo hacer, cuál es el punto en el que me equivoco una y otra vez. ¿En ser cobarde? ¿En no querer cambiar de ciudad? ¿En empeñarme en luchar por una relación que no tiene ningún sentido? Me encantaría poder levantarme algún día y darme cuenta de que todo ha sido un mal sueño...

Rabia infinita, pero merecida

Tengo tantas ganas de averiguar cómo soy yo siendo mala... Cómo soy yo cuando me han j... tanto que hasta mis lágrimas se han secado, cuando no hay más allá de un amor que pudo ser y fracasó por culpa de la otra persona. Cuando lo he dado todo y luchado hasta el agotamiento por hacer que las cosas funcionen. Cuando me ha dicho que me quiere y no quería ni soltarme y al día siguiente no ha recordado ni quién soy. Llevo así casi 4 años y sencillamente estoy harta. Quisiera hacerme una sesión de hipnosis para sacar a esa persona de mi mente, poder cruzarme con ella por la calle sin un atisbo de reconocimiento por mi parte. Ojalá pudiese... no lo dudaría ni un instante. Me ha hecho DAÑO, un daño con mayúsculas que no sé si podré perdonar algún día. Le di mi amor y me ofreció rechazo. Sólo tuve migajas de su cariño en sus momentos de soledad, cuando a ella le apetecía. Cuando no, yo molestaba, la ponía nerviosa... Cuando me ha necesitado, me ha tenido. Quizás sea ése el problema. Que me ha tenido siempre. Yo a ella, en cambio, sólo la ha "tenido" cuando se sentía cariñosa, cosa que, por cierto, no ocurre muy a menudo. He sido un juguete, un ridículo entretenimiento que incluso tenía que dar las gracias por esos momentos bonitos, esa limosna, esa farsa. No puedo más. Quisiera salir volando, desaparecer del mundo. Quiero sentir rabia, pero me puede la pena, la más profunda tristeza al saber que nunca podrá ser. Pero tiene que ser así o nunca lograré desprenderme de este lastre que dificulta mis pasos en el día a día de esta P vida.

Soy una pesada

Pues nada, que después de haberme hecho sentir que me amaba, que las cosas entre ambas estaban cambiando, me vuelvo a dar de bruces con su frase favorita: "no te quiero lo suficiente, sólo somos amigas". Pues nada, que si sólo me quiere para cuando se siente solita, para cuando está de buenas con el mundo, lo único que puedo hacer es volverme orgullosa de una puñetera vez. No soy el entretenimiento de nadie, yo me tomo las cosas muy en serio. Y, después de decirme eso, se pone de malas y dice que la pongo nerviosa SIEMPRE. Pues mira, yo sé cómo no voy a ponerte más nerviosa: no llamándote, no quedando contigo, no contestándote a los mensajes que me envías cuando estás de buenas. Porque yo jamás te pongo una mala cara, jamás te he dicho nada para hacerte daño adrede, jamás. Porque para mí siempre has sido lo primero, por encima de todo el mundo. Pero ya no más, estoy harta de sufrir, de llorar, de sentir angustia y ansiedad ante la incertidumbre de cuál será tu reacción ante mí. Porque contigo es imposible vivir sin miedo.

Siento miedo una vez más

Todo es una mierda, en especial esto del amor. Llevo mucho tiempo "enamorada" de una persona que me ha rechazado una y mil veces, no porque no me quiera, sino porque dice que la agobio. Hace más de dos semanas, tras nuestra última discusión en la que acordamos no vernos más, volvimos a vernos y desde entonces todo ha mejorado mucho. Nuestra relación se ha vuelto más íntima, cercana, cariñosa... me encanta. Bueno, me encanta pero, a la vez, me da pánico y la razón no es otra que no sé qué somos y mucho me temo que para ella no sea más que otro acercamiento/rollito, mientras que yo pienso que lo nuestro se parece mucho a una pareja. Lo malo es que no puedo preguntar, ni hablar sobre el tema porque me arriesgo a un nuevo enfado y alejamiento. Sé que las cosas no deberían ser así, pero lo son. Hoy, por ejemplo, he hablado con ella y he notado sólo frialdad. Es cierto que no se encontraba muy bien, pero incluso en esas ocasiones deberíamos tratar de ser amables con las personas amadas. Bueno, eso suponiendo que me quiera de verdad. Yo qué sé. Hay días en que mandaría todo a la mierda porque me produce más dolor que bienestar. Pero soy incapaz, no sé qué hacer y he pensado largarme muy lejos para dejar que esto se enfríe. La vida es una solemne porquería.

Estoy tan triste... me siento impotente ante la vida. No consigo estar bien dos días seguidos y casi todo tiene que ver con ella. No logro alejarme del todo, aunque ella sí que lo está haciendo. Casi no me mira, no me sonríe, prácticamente no me habla y todo lo que le digo le parecen tonterías. Ahora más que nunca sé que no le importa nada que venga de mí. No sé por qué soy tan imbécil de sentirme triste porque he decidido no verla más. No me aporta absolutamente nada bueno. No me necesita y yo tampoco a ella. La vida debe continuar.

¿Hasta cuándo seguirá tratándome como una mierda? Y, sobre todo, ¿hasta cuándo seguiré aguantándolo? Me echa de su vida, luego me llama como si nada, me vuelve a echar... me vuelve a llamar. Aquí me planteo mil interrogantes: ¿por qué me llama para quedar, si anteriormente me ha dicho que no quiere volver a verme? o, al contrario ¿por qué me dice que no quiere volver a verme, si en el fondo sí que quiere? No comprendo nada. Está consiguiendo que nada me importe, ni siquiera ella. Me ofende cada vez más y eso es porque no me respeta. No entiendo por qué insiste en esto, nuestra relación (ella la llama amistad, pero nunca hemos sido amigas) se está deteriorando cada vez más. Siempre que quedo con ella la recibo con una sonrisa. Aunque ella tenga careto y no me mira a la cara, trato siempre de bromear para que sonría. Pero a la mínima ocasión, me hace sentir como la persona más estúpida del mundo. Creo que está pagando su malestar por la vida conmigo, porque soy la única persona lo suficientemente imbécil para aguantar todo eso y no rechistar. Lo malo es que a veces lloro y eso no le mola. Llorar es de débiles, llorar delante de alguien es humillante.

Mi mundo está completamente patas arriba. Ante mi actual situación de desempleo crece día a día mi sentimiento de culpa, mis sobresaltos a media noche, mis sentimientos de inutilidad y frustración. A eso hay que añadir las correspondientes miradas y comentarios de reproche por parte de mis padres, que seguramente sin ser conscientes de ello me hacen sentir como una auténtica mierda. Sí, es cierto, fui yo quien dejó el trabajo, pero no quería atarme a un puesto que detestaba, que me estaba amargando la vida. En cuanto a mi vida social, es prácticamente inexistente, puesto que he acabado aislándome. Vivo en un mundo interior de soledad y tristeza que me hace creer que quiero a alguien, aún siendo consciente de que todo ha cambiado. Siento muchísima rabia hacia todo el mundo, pero en especial hacia mí misma por no saber frenar todo aquello que me hace daño. Odio ser así, odio no poder decir lo que pienso a esa persona por miedo a que se aleje de mí. Odio no ser yo la que pase de la otra, la que hable con desgana, aquélla a la que le dé igual ver a la otra. Odio hacer ciertas cosas que tanto significan para mí y tan poco para ella. Odio seguir creyendo que me querrá algún día, pero sobre todo, odio creer que la quiero sabiendo que nada sería fácil a su lado, pues no quiere lo mismo que yo. Soy una estúpida y no aguanto más esta sensación de vacío y soledad que me mata. Me gustaría poder salir corriendo y desaparecer.

¡Viva España!

Entre banderas rojiblancas que visten los balcones de mi ciudad, laten al unísono miles de corazones que aúnan fuerzas para afrontar un acontecimiento histórico. España es finalista mundial. Todos somos ahora más españoles, ahora sí lo gritamos con orgullo. Ha tenido que ser nuevamente el fútbol el que nos ha unido. Todos somos amigos, todos nos sonreímos aunque no nos conozcamos. Somos españoles y queremos que todo el mundo lo sepa. Espero que no haya decepciones, que esta noche podamos salir a celebrarlo por todo lo alto y, sobre todo, que el nombre de nuestro país cope las portadas de toda la prensa mundial. Qué será lo que tiene el fútbol, que nos ha hecho ser más solidarios. Ojalá no acabe todo con el pitido final. Ojalá sigamos llevando a nuestro país en el corazón, con la cabeza alta allá donde estemos.¡¡¡¡¡¡¡Viva España, gane o pierda esta noche!!!!!!

Esta mañana una buena amiga me ha dicho que soy una chica con suerte. Pero, por más vueltas que le doy, por más que rebusco y trato de ver el lado positivo, no consigo dar con nada que me haga considerarme afortunada. Bueno, aparte de mi familia, claro. Sé que eso no es cualquier cosa y que debería dar gracias por ello, pero mi parte egoísta quiere más. Quiere no tener que dar gracias sólo por eso. Pienso que siempre me equivoco en mis decisiones, que mi debilidad me hace flaquear y no saber afrontar mi vida. Trato de poner los medios para hacerme fuerte y tratar así de seguir adelante con las cartas que me han tocado, pero a veces siento que no puedo más. Lloro y lloro por la pena que tengo en mi interior, que crece cada día un poco más. No estoy feliz con nada, ni con mi trabajo, ni con mi vida social, ni conmigo misma. Me siento sola un día sí y otro también y estoy harta. Necesito más, necesito algo que me haga querer levantarme por las mañanas, no sé si ese algo se refiere más bien a alguien, no lo sé. Sólo sé que únicamente me he sentido feliz cuando estuve enamorada. Lástima que durase tan poco. Lástima haber dejado pasar a otra persona que me consideró una vez una posibilidad... Estuve muy ciega, pensé que no le interesaba de esa manera. Como ella me ha dicho, si nos hubiésemos conocido en otro momento de nuestras vidas... quién sabe.

No hay nada más triste en la vida que dos seres que se aman de alguna manera y que se vean forzadas a estar separadas. Las circunstancias pueden ser muchas: por trabajo, por lugares de residencia distantes, ... Sin embargo, cuando dos personas que viven a menos de 10 minutos la una de la otra acaban por no poder estar juntas, aun queriéndose, empiezan a ocurrir cosas muy dolorosas e inexplicables. Incompatibilidad de caracteres que acaban por hacer daño. La mejor solución en estos casos es hacer de esos 10 minutos un infinito. Mi vida, sé que estás ahí, pero no puedo tenerte y eso me duele hasta el agotamiento. Ahora tengo que seguir viviendo mi vida o acabaré por desfallecer. Espero poder olvidarte algún día, aunque lo dudo. Puede que deje de amarte, pero siempre estarás en mí.

Tengo ganas de sentir cosas nuevas, AMAR como nunca antes lo he hecho y hacer que esa historia ya pasada sea eso, una historia del pasado. Necesito volver a sentir la complicidad, el afecto, la ternura, la pasión que sólo el amor verdadero pueda aportarnos. Sentir que alguien forma parte de ti tanto que se confunde con tu yo y tener la certeza de que la otra persona siente lo mismo. Tal vez mi deseo sea sólo producto de mi cabecita, tal vez haya visto demasiadas películas románticas o leído demasiados libros. Sólo sé que puedo ofrecerlo, por qué no pensar que también podría recibirlo. Soy consciente de que esto no es más que una utopía, que alguien me pueda querer así. A veces pienso que no podré querer a nadie tanto como quise a mi primer amor. Sólo espero equivocarme.

Ya no sé qué hacer para no sentir este dolor inmenso que me acompaña noche y día. Mi corazón está nuevamente destrozado, hueco, sin vida... Dejo que pasen las horas para que llegue la noche, pero ésta no me hace olvidar. El sueño se resiste a cubrirme con su manto y paso horas y horas de pesadilla. Por la mañana, todo vuelve a comenzar. Una vida vacía que no tiene más sentido. No consigo encontrar un porqué a toda esta tristeza.

La noche agudiza mis miedos, mi dolor, mi soledad... No logro apartarte de mí, aunque sepa que me dueles cada segundo del día, que tu ausencia fue durante un tiempo mi alivio, mi paz interior... Volviste para hacerme sangrar las pocas lágrimas que en mí quedaban. Siento que ya no vivo. ¿Qué sentido tiene ser sin latir y latir sin amar?

Cada día que pasa me doy cuenta de cuánto odio la vida... he vuelto a perder todas las ilusiones y me va a resultar difícil remontar. Pero estoy acostumbrada, supongo que sólo tengo que dejarme llevar y disimular, pintarme una sonrisa para no preocupar a las dos o tres personas que me quieren. Eso es todo, ésa será mi vida... disimular y dejarme llevar por los días.

¿Cómo puede el amor ser lo más doloroso en la vida? ¿Por qué razón puede hacernos sentir el vacío más inmenso? Me siento más sola y triste que nunca en este momento del día, como si todo lo demás fuese ajeno a mí y yo pudiese morirme sin que nada ni nadie se altere. Sé que estás ahí, que me quieres, pero no puedo aceptar sólo esto... Como dice una canción, vuelves cuando estoy a punto de olvidarte... y vuelves a trastornarlo todo. Y eso ¿para qué, si te siento ajena a mí? ¿por qué, si este vacío crece y crece cada día? Ya no sé quién soy ni qué hacer. Ojalá pudiese desaparecer para siempre o volver a nacer en otra vida, otro lugar, un lugar donde nada duela tanto. Algo que duele tanto no puede ser bueno...

la vida me pone a prueba...

Vivir en un continuo interrogante parece ser mi sino, algo que no consigo quitarme de encima. El caos de sentimientos que nubla mi día a día me impide ver con claridad. Vivo en un quiero y no puedo, en un mar de temores y dudas que debo tratar de arrancarme para siempre. Si bien estoy pasando una época más tranquila que antes, no dejo de despertarme a media noche entre peguntas. Mis desvelos son menos frecuentes, pero no han desaparecido ni creo que lo hagan nunca. No sé qué hacer, pero sé qué es lo correcto... aunque sea doloroso.

La locura viene a mi vida...

Cuando creía que las cosas empezaban a ir bien, cuando comenzaba a sentirme en paz conmigo misma, ha tenido que torcerse todo de nuevo. He conocido a una persona especial que me había devuelto la ilusión por el amor, después de tantos años de dolor e infelicidad debido a un desamor. Todo iba sobre ruedas, me gustaba, yo le gustaba... y cuando todo parecía perfecto, reaparece mi viejo amor para decirme que me quiere. Y, no sólo me lo dice, sino que me lo dice entre lágrimas, con el gesto de dolor y completamente destrozada. Todo esto ha desbaratado mis planes, ya no sé qué es lo que quiero, he perdido de nuevo la ilusión, reemplazada por un malestar continuado que no me deja vivir. No sé si todavía estaré enamorada o si ha influido en ello el estado en que la vi, añadido al cariño que todavía le tengo. Me siento perdida, sin ganas de nada, sólo de desaparecer... Estoy en una encrucijada y nadie puede ayudarme, sólo yo. Me voy a volver loca, otra vez. Odio estar sola, pero más odio estar así. El caso es no poder estar bien nunca. Vaya con la vida caprichosa...

Nuevos amores vendrán...

He vivido estos últimos años "enamorada" de un recuerdo, de la ternura y el amor de mis primeros meses de amor. Fue el primer y único amor y me aferré de tal manera que no existía para mí nada ni nadie más. He sentido pánico a no volver a sentir lo mismo por nadie y, quizás por eso, he intentado una vez tras otra recuperar a una persona que no me amaba. Aún hoy, sabiendo que cuando estoy frente a ella no siento nada, cuando la tengo lejos siento una gran pena de perderla. Casi siempre que nos vemos acabo arrepintiéndome de sentir ese miedo, pues no veo en ella absolutamente nada parecido al miedo a perderme. Es más, casi ni me mira. Entonces acabo sintiéndome tonta por haber sufrido por ella tantos años.
Afortunadamente y, aunque sé que no tengo posibilidades, he vuelto a sentir algo bonito por alguien. ¿Por qué siempre me tiene que gustar la gente que está enamorada de otra persona? Será mi sino. Siento que no encajo en ningún sitio.

¿Qué soy yo para la gente?

¿Qué soy yo para la gente? Llevo mucho tiempo intentando averiguar tantas cosas... Sin embargo, ésta es una de las que realmente no dudo. No soy más que un pañuelo de lágrimas, un hombro sobre el que llorar o, sencillamente, un pasatiempo al que se recurre cuando no hay más remedio. Odio sentirme así, pero cada día que pasa corroboro más esta realidad. Y, como me duele tanto sentirme así, me aíslo si cabe más y más, me encierro en mi pequeño mundo de angustia y soledad. Mi vida es un pozo sin fondo del que no puedo salir, no hay más allá. A veces me gustaría no haber nacido nunca, pues sé que esta vida no tiene razón de ser. Me siento triste, pero me dejo llevar por los días y he logrado que las lágrimas casi desaparezcan de mi rutina. Sin embargo, preferiría poder llorar para intentar alejar de mí este vacío a través de ese líquido salado. En vano, por supuesto.