viernes, 29 de agosto de 2008

La experiencia de vivir sola

Nunca he sabido realmente lo que es vivir sola, pues llevo toda la vida con mis padres y cuando estudié fuera compartí piso. Ahora que se presenta ante mí esta posibilidad siento algo de miedo, pero el sentimiento más fuerte es la emoción. Emoción por saber qué me depara el futuro, si seré capaz de llenar mis momentos de soledad. Creí que nunca sería capaz de marcharme de casa a pesar de haberme quejado cientos de veces por no poder permitirme un poco más de independencia. Pues ahora, si todo va bien, voy a emprender una nueva etapa en mi vida y tan sólo deseo que ni el paro ni la soledad destrocen mi sueño. Sé que habrá momentos en que la tristeza me embargue y desee correr de vuelta a casa, pero también sé que esto me dará la fuerza necesaria para aumentar mi autoestima. Porque sabré que eso lo he conseguido por mí misma.

lunes, 25 de agosto de 2008

Un día más

Hoy, como todos los lunes, me he puesto en marcha hacia el trabajo. Pero hoy, a diferencia de otros días, he tenido que irme sola pues mis compañeros ya no están. La situación laboral está cada día más complicada y eso nos afecta a todos. A los que se quedan en el paro, por las razones evidentes. A los que seguimos trabajando, porque vemos cómo nuestros colegas se van, vemos sus caras de decepción, su desánimo. Hoy he tenido que hacer el viaje sola y, si no me despiden a mí también, esto seguirá así durante mucho tiempo. No es lo mismo hacer un trayecto de 5-10 minutos que casi 1 hora. Son dos horas de soledad al día que me hacen reflexionar mucho, que me llevan a preguntarme tantas cosas...