sábado, 19 de julio de 2008

Sobre tu mano reposa
mi fuente de caricias.
Bajo mis dedos retozan
mis ansias de consuelo.

Sobre tu hombro mojado
se secan mis ojos,
y en tus cálidos brazos
perdí ayer mi frío.

Sin tu alma y tu pecho
yo no siento mi vida.
Y, si pierdo tu cuerpo,
llévame, pena mía.

En verdad no soy yo,
soy tu marioneta:
cuando estás, soy bella;
si te vas, marchito.

No es el sol, son tus ojos.
Ni siquiera la luna
es ya lo que fuere
cuando estás tú.

Háblame de mí, amor,
tú me conoces.
Al verte dejé de ser yo
para amarte.

¿Existe el amor verdadero?

El amor es la luz,
el color, el deseo,
un mundo misterioso
inmerso en un "te quiero".

¿Eso es acaso el amor?
Sí, puede serlo.
¿Está lleno de luz?
Lo ilumina todo.
¿Puede hacerte feliz?
Como nunca lo has sido.
¿Dónde puedo encontrarlo?
Es difícil saberlo.
¿Cómo puedo lograrlo?
No lo andes buscando.
¿Es de veras tan bello?
Es más que eso.
¿Cuánta gente lo ha vivido?
Actores y actrices.
¿Sólo ellos tienen derecho?
Así lo dice el guión.
¿Acaso no es real?
Tú lo has dicho.
¿Y cómo puede ser tan bello?
Porque es un sueño.

lunes, 14 de julio de 2008

En este momento, sentada frente a mi ordenador y con la energía justa para poder teclear, me analizo y sólo siento rabia. Es algo extraño pero que a veces me sucede. Siento rabia y no sé hacia quién o qué. No siento deseos de hacer daño a nadie, sino que tengo el firme propósito de no ceder ni bajar la cabeza ante nadie. Afortunadamente tengo momentos como éste alguna que otra vez, pues me ayudan a soportar la tristeza y no derrumbarme del todo. Gracias a este sentimiento a veces logro no llorar. Siento rabia hacia todo y nada en particular, pero especialmente hacia mí misma, por soportar tanto y no ser más fuerte; por comportarme como una niña a los ojos de los demás, en lugar de demostrar que tengo 30 años y he madurado. Siento rabia por no podérmelo demostrar a mí misma cada día y tener que esperar estos momentos para sentirme realmente yo. No soy la mujer más madura del mundo, lo reconozco. Pero con mis actos voy conformando una personalidad más o menos aceptable, a base de trabajo, cariño, buenos principios y muchos, muchos errores.