lunes, 7 de julio de 2008

Sobreponerse al dolor

¿Por qué cuesta tanto reponerse a las rupturas, separaciones o alejamientos de las personas a las que amamos? ¿Por qué, si nos hacemos daño, preferimos aguantar por si un día las cosas cambian? Aguantamos y aguantamos hasta que ya no podemos más. ¿Por qué dos personas que se quieren no pueden estar juntas? Tal vez sea incompatibilidad de caracteres, tal vez objetivos diferentes que no conducen a una vida en común. Yo no creo en todo eso. Yo voy más allá de la razón y la cordura y quiero el final feliz. Quizás he leído demasiados historias que me han convertido en una ilusa sin remedio. O, sencillamente, creo que el amor lo mueve todo. Siento que tengo tanto que dar y me muero de miedo al pensar que quizás ella nunca quiera aceptarlo. Puede que no hoy, ni mañana ni el año que viene, pero hay amores que viven en letargo durante años y que, un día, sin saber por qué, resurgen. Espero que esta letargia no dure tanto.

No hay comentarios: