lunes, 14 de julio de 2008

En este momento, sentada frente a mi ordenador y con la energía justa para poder teclear, me analizo y sólo siento rabia. Es algo extraño pero que a veces me sucede. Siento rabia y no sé hacia quién o qué. No siento deseos de hacer daño a nadie, sino que tengo el firme propósito de no ceder ni bajar la cabeza ante nadie. Afortunadamente tengo momentos como éste alguna que otra vez, pues me ayudan a soportar la tristeza y no derrumbarme del todo. Gracias a este sentimiento a veces logro no llorar. Siento rabia hacia todo y nada en particular, pero especialmente hacia mí misma, por soportar tanto y no ser más fuerte; por comportarme como una niña a los ojos de los demás, en lugar de demostrar que tengo 30 años y he madurado. Siento rabia por no podérmelo demostrar a mí misma cada día y tener que esperar estos momentos para sentirme realmente yo. No soy la mujer más madura del mundo, lo reconozco. Pero con mis actos voy conformando una personalidad más o menos aceptable, a base de trabajo, cariño, buenos principios y muchos, muchos errores.

1 comentario:

Boomings dijo...

Scarpetta, nadie es perfecto... Cometer errores es lo que hacemos los seres humanos.

Puede que esta rabia surja de la impotencia por desear ser alguien que no eres, por cambiar cosas... eres dueña de ti misma y de tus actos y sólo tú puedes hacer algo al respecto... así que no permitas que esa rabia se te enquiste en el alma.

Un abrazo!